Dénia, un paraíso en primera línea de mar

Dénia enamora a quien la visita con su combinación perfecta de belleza natural, riqueza cultural y espíritu festivo.

Con más de 20 kilómetros de playas de aguas cristalinas, ofrece rincones tranquilos y calas, ideales para el descanso o los deportes acuáticos. Su clima templado durante todo el año invita a disfrutar al aire libre, mientras que su casco histórico, coronado por un imponente castillo, cuenta la historia de una ciudad milenaria.

Dénia también es sinónimo de fiesta, con celebraciones tan vivas como sus tradicionales Fallas en el mes de marzo.

Y para los paladares exigentes, su gastronomía —reconocida por la UNESCO— convierte cada comida en una experiencia inolvidable, con productos del mar y la tierra que reflejan su al

Pedreguer, donde la autenticidad, la historia y la calidad de vida se dan la mano.

Pedreguer combina la tranquilidad de un pueblo tradicional con un entorno natural privilegiado. 

Su riquísima vida festiva incluye las fiestas patronales en honor a Sant Bonaventura y los bous al carrer, en el mes de julio, que reflejan su arraigada tradición. Además, cada domingo, el famoso rastro de Pedreguer atrae a cientos de visitantes que buscan antigüedades, productos artesanales y ambiente local.

La agricultura sigue siendo importante en la zona, con campos de cítricos y almendros que cambian el paisaje con las estaciones. Y, por supuesto, su gastronomía —con platos como el arroz al horno, la coca de mollitas o los embutidos artesanos— es otro de sus grandes tesoros.

 

Jávea, un pueblo que crece entre calas

Jávea, situada entre los cabos de San Antonio y La Nao, ofrece paisajes espectaculares con calas de aguas turquesas como la Granadella, la Barraca o el Portitxol.

Su casco histórico, de calles empedradas y fachadas blancas con toques góticos, respira autenticidad y recoge siglos de historia junto a joyas como la Iglesia de San Bartolomé o el Mercado Municipal. Al pie del Montgó, la naturaleza se impone con rutas senderistas que regalan vistas inolvidables del Mediterráneo.

La gastronomía de Jávea es otro de sus grandes orgullos: platos como el arròs a banda o las cocas tradicionales reflejan su conexión con el mar y la huerta. Además, su clima cálido durante todo el año, su ambiente acogedor y sus fiestas populares —como el Nazaré, las Hogueras de San Juan o los Moros y Cristianos— hacen de Jávea un lugar lleno de vida, cultura y belleza.